Traducción de la Jutba del viernes
02/05/2014- 03/07/1435
Lecciones extraídas de tres historias
Alabado sea Dios y enaltecido sea su nombre. Dios Nuestro, te alabamos y te glorificamos. Atestiguo que no hay otra divinidad excepto Allah, Único, Quien no tienen copartícipe alguno. Y atestiguo que Muhammad es Su siervo y Mensajero. ¡Allah! Bendice a Muhammad, a su familia, a sus compañeros y a todos los que siguen su guía hasta el Día del Juicio Final.
¡Creyentes! Temed el castigo de Dios si cometéis pecados, y hablad acertadamente. De este modo, Dios os facilita el camino de las buenas obras, y borra vuestros pecados. Quien obedece a Dios y a Su Enviado, tendrá gran éxito.
Siervos de Allah, os aconsejo el temor de Allah y que incrementéis vuestras buenas obras y que las malas acciones sean disminuidas y sabed que el Día de la rendición de cuentas llegará muy pronto.
Hermanos, el Profeta Muhammad, la paz sea con él, utilizaba muchos métodos para transmitir el mensaje islámico a la gente. Uno de éstos fue el relato de historias verídicas de los pueblos anteriores al Islam. Lo hacía para que la gente sensata sacara lecciones de ello y obrara correctamente.
Hoy vamos a relatar una de estas historias registradas en ALBUJARI y MUSLIM y relatado por ABDULLAH IBN OMAR. Este último dejo que ha escuchado al Profeta decir lo siguiente: “Hace algún tiempo partieron tres individuos hasta que llegaron a una cueva y entraron en ella para pasar la noche y una vez dentro, se desprendió una roca de la montaña y taponó la entrada, quedándose atrapados.
Y se dijeron: ‘Realmente no nos libraremos de esta roca mientras no invoquemos a Allah con la más recta de nuestras acciones.’
Empezó uno de ellos su relato diciendo: ‘¡Oh Allah! Yo tenía unos padres ancianos a los que daba de beber antes que a nadie, pero un día me alejé de ellos demasiado, tratando de encontrar pasto para el ganado, por lo que tardé en volver a casa y cuando regresé los encontré durmiendo; así que ordeñé para darles de beber la leche y no quise ni despertarles ni dársela de beber a nadie antes que a ellos.
Entonces me quedé con el cuenco en la mano, esperando a que se despertaran hasta el amanecer y los niños llorando de hambre a mis pies. Por fin se despertaron y les di de beber su leche. ¡Oh Allah, si esto lo hice tratando de complacerte, libéranos de esta roca!’ Y en ese momento se descorrió un poco la roca sin que pudieran salir aún.
A continuación dijo otro: ‘¡Oh Allah! Yo tenía una prima a la que quería más que a nadie, tanto como puede querer un hombre a una mujer. Pues, quise hacer el amor con ella pero me lo impidió y se alejó de mí. Hasta que llegó un año de sequía, vino a mí y le di ciento veinte dinares a fin de que se quedara a solas conmigo.
De manera que ella accedió en principio a mi pretensión. Y cuando me senté entre sus piernas, estando a punto de tomarla dijo: ‘Teme a Allah y no lo hagas si no es con su legítimo derecho. Así que me retiré de ella dejándole el oro que le había dado, siendo la persona que más quería.
¡Oh Allah, si esto lo hice por complacerte, sácanos de aquí!’
Y se descorrió otro poco la roca, sin que todavía pudieran salir de la cueva.
Después dijo el tercero: ‘¡Oh Allah! Yo contraté unos trabajadores y a todos les di su salario, excepto a uno que se marchó sin él. Pero lo invertí y se multiplicó su dinero.
Hasta que vino un día y me dijo:
‘¡Siervo de Allah, págame el salario que me debes!’
Entonces le dije: ‘Todo esto que ves es de tu sueldo: camellos, vacas y corderos.’
Él me respondió: ‘¡hermano, no te burles de mí!’
Y le dije: ‘No me estoy burlando de ti.’
Finalmente lo cogió todo y se lo llevó sin dejar nada.
‘¡Oh Allah, si hice esto tratando de complacerte, libéranos de aquí!’
Y en ese preciso instante, se apartó la roca para que salieran y se marcharon.”
Siervos de Allah, fijaos cómo estas tres personas actuaron cuidando la ley de Allah y cómo Allah los ha correspondido en sus momentos difíciles. La regla pues se encuentra establecida y es la siguiente: la persona que cuida la ley de Dios, Dios le alivia en sus momentos difíciles. El Corán dice: Quien teme a Dios y mantiene sus mandatos y cumple con sus prohibiciones, Dios le da una salida frente a todo aprieto. Y también dice: A quién teme a Dios y ejecuta Su mandato, Dios le facilita las cosas.
El primero de los tres individuos dio un gran ejemplo en cuanto a la benevolencia se trata. Ha sida de una conducta intachable para con sus padres. Sabed que ello constituye una virtud sin igual. El Profeta dice: La persona que quiere incrementar su sustento y dejar buen recuerdo después de su partida de este mundo, que sea bueno para con sus padres.
El tema de la benevolencia para con los padres es tremendamente importante y tiene sus recompensas tanto en la vida mundana como en la del más allá. Es tan importante que Allah ha ordenado al hombre respetar a sus padres y que no puede pronunciarles ninguna palabra de agravio. El Corán dice: Dios prescribió que no adoréis sino a él y que seáis indulgentes con vuestros padres y cuando uno o ambos lleguen a la vejez y estén junto a ti, en la etapa de la debilidad, no les repruebes cualquier cosa que podrían hacer, expresando tu malestar y tu reprobación; más bien dirígeles palabras afectuosas, suaves y caritativas, expresándoles tu veneración por ellos. (17:23). El Islam asimismo advirtió sobre el maltrato a los padres y consideró tal actitud como un pecado capital. El Profeta dijo: ¿queréis que os anuncie uno de los pecados capitales? Sí. Contestaron los compañeros. Dijo: Asociar con Allah otras divinidades y maltratar a los padres.
En el libro de MUSLIM, ABUHURAIRAH relató que el Profeta dijo: es perdedor sin igual, es perdedor sin igual, es perdedor sin igual. Sorprendidos los compañeros, preguntaron al Profeta diciéndole a quién se refería. Dijo: la persona que ha llegado a ver a sus padres en edad adulta y pese a ello no ha ganado el Paraíso. Eso quiere decir que el servicio a ellos en esta avanzada edad tiene su recompensa en la obtención del Paraíso.
Hay quienes lamentablemente no toman en consideración este tema y maltratan a sus padres verbalmente o a través de la acción. Peor aún es el acaso que me han contado del hijo que ha llamado a la policía diciendo que su padre lo maltrataba y por ello el padre fue por una semana a la cárcel. Una mujer llorando me contó que su hijo la expulsó de su casa y pegó a la madre en presencia de su esposa. Pese a tan dureza y rudeza la mujer rogaba a Allah para que guiase a su hijo y que le perdonase. Tratad bien a vuestros padres y hacedlo ahora mismo antes de que sea demasiado tarde y sabed que Allah estará complacido con aquellos que sus padres estén satisfechos por sus acciones.
Otra lección que podemos extraer del hadiz que hemos citado es el recato y el temor verdadero de Allah. El hombre ya tenía casi logrado su objetivo de tener a la mujer amada entre sus manos, pero una vez le fue mencionado el nombre de Allah se abstuvo. Sabed que el Profeta ha mencionado en otro hadiz que siete clases de personas recibirán la cobertura de Allah el Día del juicio final y entre ellos se encuentra aquel que fue invitado por una bella y prestigiosa mujer para cometer el adulterio y dijo que temía a Allah. ¡Qué gran diferencia entre éste y el que va en busca de lo ilícito en clubes nocturnos, salas de danza, internet, televisión, video! Que sepan pues los buscadores de lo ilícito que están errados. El Corán dice: Son también aquellos que no invocan junto a Dios a otra divinidad y reniegan de todo sentimiento de asociación e idolatría, evocando a su Señor. Son aquellos que no matan a ningún ser que Dios vedó matar, sino legalmente (de acuerdo a la ley que Dios estableció), aquellos que se abstienen de cometer adulterio y se limitan a lo que dispuso Dios como lícito, para salvarse del tormento. Por cierto que el pecador será azotado, el Día de la Resurrección, con un castigo duplicado y se eternizará en él humillado y despreciado. Mas aquellos que se arrepientan, permanezcan sinceros en su fe y apliquen los preceptos y practiquen el bien, Dios les permutará sus malas acciones en buenas acciones, por las cuales serán remunerados, porque Dios es Indulgentísimo, Misericordiosísimo. (25:68-70).
Que Allah nos bendiga y que nos dé beneficios del Corán y sus enseñanzas.
Segunda Jutba
Alabado sea Dios y enaltecido sea su nombre. Dios Nuestro, te alabamos y te glorificamos. Atestiguo que no hay otra divinidad excepto Allah, Único, Quien no tienen copartícipe alguno. Y atestiguo que Muhammad es Su siervo y Mensajero.
El tercer hombre protagonista del relato que hemos mencionado es un ejemplo a seguir en cuanto a la confianza, lealtad y confiabilidad se trata. Cumplió con el hombre que fue contratado y le pagó con creces. ¡Qué diferencia tan grande entre éste y los que son injustos con sus jornaleros, con los que incrementan injustificadamente las horas de trabajo para los obreros, con los que clasifican por raza o nacionalidad a sus trabajadores! Temed a Allah y sabed que un día seréis juzgados por Él el Día de la Resurrección.
Hermanos en Allah sabed que uno puede, islámicamente hablando, mencionar sus buenas acciones para que éstas le sirvan ante Allah y a través de ellas, Allah le alivie sus congojas y estrechez de vida. Así lo hicieron los tres hombres protagonistas del hadiz mencionado.
Hermanos/as musulmanes es una historia verídica atribuida al Profeta Muhammad y así hay tantas otras en el Corán y en la Sunnah. Pese a ellos nos encontramos lejos de llevarlas a cabo. ¿Dónde está el padre que abre el Corán y lee para sus hijos historias del mismo de uno o de otro Profeta? ¿Dónde está la esposa o esposo que buscan hadices y que juntos aprendan? ¿Dónde están los jóvenes que leen y sacan lecciones del Corán y la sunnah?
Hace dos semanas he visto cómo jóvenes musulmanes de ambos sexos se empujaban desesperadamente para conseguir entradas al cine para ver una película cinematográfica sobre el Profeta de Dios, Noé, la paz sea con él. Una película protagonizada por judíos, cristianos y ateos personificando al Profeta de Dios, Noé, la paz sea con él. Sabed que la personificación en sí es HARAM, ilícita, tal como lo aseveraron los sabios del Islam independientemente si la historia de la película es verídica o no. A demás se sabe que en las películas en general hay escenas ilícitas: mujeres mal vestidas, desde el punto de vista islámico, escenas de perversidad, alcohol, música, etc. La historia del Profeta Noé está en el Corán en más de una sura y hay una en especial que lleva su nombre. A los que acudieron al cine les hago esta pregunta: ¿Por qué no leen esta historia en el Corán?
Hermanos en Allah, acudid al Corán. Que no sea el mes de Ramadán o la peregrinación el único vínculo nuestro con el Libro de Dios. Sabed que la gloria del Islam y de los musulmanes está en segur las enseñanzas del Libro de Allah.
Que Allah nos bendiga y que nos dé beneficios del Corán y sus enseñanzas.
